miércoles, 1 de julio de 2009


Hoy he estado pensando en Juan Carlos.

Juan Carlos y yo fuimos novios durante un tiempo. No sé cuándo empezamos a serlo, ni tampoco cuando terminamos, pero sí fuimos una pareja formal, aunque vivíamos lejos el uno del otro.

Cuando lo conocí no sabía mucho de sexo, pero pronto aprendió a ser un buen amante. Él era más joven que yo, y siempre supe que más tarde o más temprano terminaría con una mujer más joven que yo, y así fue.

Ahora está casado y no sé si es feliz o no, pero creo que lo intenta cada día.

Yo pasé página cuando terminamos nuestra relación, pero él (recordemos que él es el que está casadísimo), creo que no lo superó en su momento, pero claro... yo era mayor que él y no sería una buena esposa.

Realmente me hubiera gustado ser su amante, y no su novia. Todo hubiera sido más sencillo y yo no tendría que pensar en que le debo contestar a sus mensajes en los que me demuestra tanta inseguridad.

Pronto será su cumpleaños, así que le regalaría esta tarta para que se la comiera con su joven mujer.

1 comentario:

  1. Jajajajaj! Qué bueno este post!
    Me has hecho recordar a alguien, pero mejor me callo, jajajaja.
    Y tienes razón, a veces es más fácil ser la amante que la novia, sobre todo cuando hay conflictos de edades o de otras cosas.

    Un beso

    ResponderEliminar

Palpitan conmigo